Viernes 02 de abril de 2010
A.M.J. / Opinión
Atrás quedaron ya, esos días dónde la atracción principal era ir a ver las procesiones, por la mañana por la tarde, por la noche , la vigilia... creyeses o no. Era lo que había , era tradición... Ahora hay competencia, los chiringuitos, terrazas y restaurantes rivalizan directamente con el sentir religioso y es que los hay que han cambiado el cirio por la caña, la mantilla por el bikini y hasta el paso religioso por el de bachata o incluso reggaeton.
La iglesia católica, "la nuestra"...pierde adeptos, pero no solo eso, sino que gana detractores, alguien se ha preguntado ¿porque?. La propia Iglesia tiene la respuesta , pero ese será otro tema.
Lo cierto es que mientras que las procesiones pasan cada vez más a un segundo plano, sobre todo entre los jóvenes, las vacaciones de Semana Santa, se convierten solo en eso, VACACIONES, en general y con mayúsculas, el que tiene trabajo, cada vez menos, quiere descansar y el que no lo tiene, pues "ajo y agua"... y a pedir al Santo de turno, que quizá pueda hacer más por esto del empleo que alguno que cobra por ello y no hace sino dar palos de ciego, bandazos, tumbos, de aquí para allá, sin rumbo, a la deriva cual cascaron de nuez por entre las aguas... Pero bueno ese también será otro tema.

En definitiva que cada uno aproveche la SEMANA SANTA a su santa forma, sin prejuicios, obligaciones o repudios, pues hoy por hoy y con la que está cayendo, lo único que está claro es que por mucho que uno quiera, si "el" o "los de arriba" no nos echan una mano, lo llevamos claro. Esto acabará como el Rosario de la Aurora..¡¡Hay señor llévame pronto...!!
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